Montoya y su manual de sobrepasos

La semana pasada leía un artículo del colega Bruce Martin en Autosport.com sobre el inicio de la temporada IndyCar que titulaba «¿Podrá continuar el renacimiento de Montoya?». El titular parecía ponerlo en duda  aunque el texto lo reafirmaba al final. Pues bien, su triunfo este domingo en la primera fecha de la IndyCar 2016 ha sido una respuesta contundente. El renacimiento continúa.

Sobre estas letras está el que en mi opinión fue el momento clave de la carrera, el reinicio en la vuelta 56 de 110, en el que sobrepasa a su compañero de equipo en Penske Simon Pagenaud. El francés, con el impulso del push-to-pass, no cedió fácil. Se apretaron mucho en la curva dos y de hecho el auto de Montoya quedó con la huella del flanco del neumático delantero derecho del de su coequipero.

«Montoya es un viejo zorro, me jugo un pequeño truco,» dijo Pagenaud sobre esta maniobra que combinó la agresividad característica de Montoya, la fortaleza mental de sus mejores momentos y la inteligencia para competir que ha desarrollado con tantos años, en tantas y tan diferentes categorías, ante tan diversos rivales.

La ejecución de la carrera del colombiano fue perfecta. Hubo dos reinicios y en cada uno pasó a un rival, en el primero a Pagenaud, en el segundo a Connor Daly. Esta carrera me recordó su primera victoria en la CART en Long Beach hace casi 17 años, por la aparente facilidad con la que superó rivales, su superioridad en neumáticos fríos. También la de la Fórmula 1 en Monza en 2005 por tener que llevar a la meta un auto que tenía aparentemente las vueltas contadas.

Montoya chocó en el calentamiento del domingo en la mañana, se golpeó las manos incluso, pero aparentemente el incidente luego repercutió en un daño en un brazo de dirección al final de la carrera. En su radio hubo aviso pero no pánico, en pista bajó el ritmo, aprendió a llevar el defecto en el comportamiento del auto y desde fuera no evidenciaba lo que estaba sobrellevando. Todo parecía bajo control. Y lo estaba, así el auto estuviera roto.

Tal vez con Will Power en pista las cosas habrían sido distintas. Ó tal vez no. El Montoya de este domingo en St. Pete pareció imbatible, mejor que el que venció al propio Power el año pasado sacando provecho de una parada en pits lenta del australiano. La esperada recuperación de Power de su conmoción cerebral leve, a pesar de la cual logró la pole el sábado, le pondrá picante al campeonato.

La lucha en Penske se perfila difícil de gestionar para el equipo y no sólo por Montoya y Power. Eso sin hablar del resto de rivales, aunque este triunfo parece haberle dado al colombiano una mayor seguridad de poder controlar su destino durante los próximos meses.

«Siento que podemos ganar muchas carreras este año,» fue la frase con la que cerró su rueda de prensa post carrera este domingo. Sus rivales están advertidos.

Juan Pablo Montoya celebra por segundo año consecutivo en St. Petersburg y es de nuevo líder de la IndyCar. (Foto de Michael L. Levitt/LAT para Chevy Racing)